Señales
En nuestro entorno podemos encontrar infinidad de señales: analógicas, digitales, de tráfico, acústicas, luminosas, de alerta, de seguridad… Pero si vamos más allá de lo puramente físico y objetivo aparecen otro tipo de señales, esas que algunos podrían calificar como casualidad o coincidencia y sin embargo otros podrían tomar como referencia para tomar una decisión u otra .
Hace algún tiempo tuve la oportunidad de hablar con mi psicóloga sobre este tema. Su opinión al respecto era que no podemos ignorarlas porque forman parte de nuestro instinto, ese instinto que a veces nos produce la sensación de que algo va a salir bien o va a salir mal. Es una sensación inexplicable de forma racional pero que no podemos evitar sentir. Algo que me comentó, es que en ese instinto se refleja el aprendizaje de generaciones y generaciones y que, por ello, no debemos actuar como si únicamente fuésemos seres racionales, porque hay una parte animal y por tanto instintiva en nosotros que nos ha ayudado a sobrevivir y que no debemos obviar.
Personalmente me resulta difícil ignorar las señales. En distintos momentos he sentido esas sensaciones y, posteriormente he comprobado que no iba mal encaminada… Pero en un mundo tan racionalizado como en el que vivimos a veces es complicado compartir o comentar estos hechos, porque muchas veces nada de lo que no se pueda ver existe, nada que la ciencia no explique es cierto, nada que no sea objetivo tiene valor. Pero si realmente así fuese, estaríamos obviando la parte quizá más importante de nosotros mismos, porque nadie ha visto los sueños, nadie ha visto los deseos, nadie ha visto los sentimientos, y no hay nada que tenga más fuerza en nosotros que la combinación de todos estos invisibles…